En los últimos años la esperanza de vida de nuestra población ha aumentado y con ella también el número de personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas. La enfermedad de Alzheimer es una de las más frecuentes. Su evolución es progresiva y cambia a la persona a nivel global.
A pesar de que se invierten grandes esfuerzos y recursos en la investigación de tratamientos para la enfermedad de Alzheimer, todavía no se ha encontrado ninguno que pueda pararla. Los actuales tratamientos tienen una eficacia limitada y se han de instaurar en las primeras fases para retardar al máximo los síntomas más incapacitantes de la enfermedad. Por ello, creemos que la estimulación cognitiva y el apoyo y asesoramiento a la familia son tratamientos indispensables.