En los últimos años la esperanza de vida de nuestra población ha aumentado y con ella también el número de personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas. La enfermedad de Alzheimer es una de las más frecuentes. Su evolución es progresiva y cambia a la persona a nivel global.

A pesar de que se invierten grandes esfuerzos y recursos en la investigación de tratamientos para la enfermedad de Alzheimer, todavía no se ha encontrado ninguno que pueda pararla. Los actuales tratamientos tienen una eficacia limitada y se han de instaurar en las primeras fases para retardar al máximo los síntomas más incapacitantes de la enfermedad. Por ello, creemos que la estimulación cognitiva y el apoyo y asesoramiento a la familia son tratamientos indispensables.


Cuando preocuparnos

Una leve pérdida de memoria a partir de los 50 o más años de edad puede estar asociada al envejecimiento, pero si altera el ritmo normal y las actividades de la vida diaria en ningún caso se debe pensar que forma parte de un trastorno propio de la edad.

Si la pérdida de memoria se produce en situaciones de mucha tensión emocional, problemas familiares o laborales, suele recuperarse cuando se resuelve la situación que nos preocupaba. A veces en postoperatorios, fiebres altas o como consecuencia de medicaciones, hay pérdidas de memoria transitorias que no suelen ser importantes.

No obstante esto, una pérdida de memoria sin ninguna causa desencadenante, debe preocuparnos siempre (signos de alarma).

 


Signos de alarma

Estos puntos son los síntomas de alarma que nos harían pensar que podría haber un déficit cognitivo.

 

  1. Olvidos frecuentes en las tareas rutinarias.
  2. Confusiones en los días de la semana, del mes o del año.
  3. Repetición de frases, preguntas, historias.
  4. Dificultad para tomar decisiones o entender documentos.
  5. Dificultad para expresarse o para comprender lo que se dice.
  6. Perderse en lugares conocidos o no reconocer lugares o personas.
  7. Cambios en los hábitos, forma de ser, humor, personalidad.
  8. Tener familiares preocupados por la pérdida de memoria.

 

Ante cualquiera de estos síntomas, deberíamos consultar al neurólogo para que establezca un diagnóstico de la posible causa.


Evolución del deterioro cognitivo

  1.  Normal.
  2.  Deterioro  asociado a la edad: Deterioro de las capacidades cognitivas pero manteniéndose dentro de los límites normales para su edad.
  3.  Deterioro cognitivo leve: Deterioro cognitivo pero de intensidad no suficiente para considerarse demencia, sería un paso intermedio entre la normalidad y la demencia.  El más frecuente es el asociado al Alzheimer pero puede ser vascular,  depresivo, por enfermedad de Parkinson, etc.
  4.  Demencia.