Para hacer un diagnóstico fiable de un trastorno de memoria o de otra función cognitiva seguimos el siguiente protocolo:
- Historial médico y antecedentes familiares.
- Exploración neurológica.
- Pruebas de imagen TAC, RMN, SPECT o PET craneal.
- Análisis clínicos específicos.
Una vez conocemos el resultado de las pruebas y si éstas no nos han dado todavía el diagnóstico definitivo haremos una:
- Exploración neuropsicológica.
Con estas pruebas y en el plazo de dos semanas, en la mayoría de los casos, hacemos el diagnóstico probable de la causa del trastorno cognitivo que afecta al paciente.